¿Debería haber límites sobre quién puede usar traje de baño? Muchos dirán: “¡De ninguna manera!”, excepto mi nuera Janice, que piensa diferente.
Después de un viaje a Miami Beach con mi esposo Donald, me sentí rejuvenecida y amada. Un día me puse un bikini negro de dos piezas, y Donald no paraba de hacerme cumplidos. Una niña pequeña incluso capturó ese dulce momento en una foto que luego compartí en Facebook.

Pero entonces llegó el comentario hiriente de Janice: “¿En serio? ¿Cómo puede siquiera pensar en mostrar su cuerpo arrugado en traje de baño? ¡Se ve horrible!”

En lugar de dejarlo pasar, elaboré un plan. Propuse invitar a todos a una barbacoa familiar. Cuando Janice finalmente llegó, aproveché para mostrar la foto y dije que simbolizaba el amor que crece con la edad. También compartí su comentario desagradable, resaltando la importancia de la bondad y recordando que todos envejecemos.

Después de eso, Janice se disculpó, reconociendo su error. Enfrentar la negación de la edad por parte de familiares puede ser difícil, pero las arrugas y las canas son señales de una vida bien vivida.

¿Y tú, qué opinas?