Volar puede ser una experiencia estresante para muchos, y los viajeros a menudo hacen todo lo posible para garantizar su comodidad durante el vuelo. Sin embargo, una mujer se vio ante un dilema, dividida entre priorizar su propio bienestar y las expectativas sociales, cuando otro pasajero le hizo una petición.

La mujer viajaba a través del país para visitar a su familia en Navidad y sabía que debía hacer su trayecto lo más cómodo posible. Dada su complexión, siempre compra un asiento adicional para asegurarse un viaje confortable. Tras registrarse y abordar el avión, la situación cambió cuando se sentó junto a ella una madre con un niño de 18 meses. Al notar el asiento extra, la madre preguntó si podía ocupar ambos asientos: uno para ella y otro para su hijo. Sin embargo, la mujer se negó, recordándole que había pagado por ambos.

Esta negativa atrajo la atención de una azafata, que intervino para resolver la situación. La mujer explicó que había comprado ambos asientos, y aunque en un primer momento la azafata le preguntó si podía ceder el espacio para el niño, finalmente se puso de su lado. A la madre se le indicó que debía llevar a su hijo en el regazo, tal como exige la normativa para menores de dos años. Aun así, durante el resto del vuelo, reaccionó con actitudes pasivo-agresivas y miradas de desaprobación.
Más tarde, la mujer acudió a Reddit para preguntar si había actuado mal al no ceder su asiento adicional. Las respuestas fueron abrumadoramente a su favor, y muchos usuarios señalaron que la madre debería haber planificado mejor y comprado un asiento adicional para su hijo.

Una usuaria, madre también, compartió su opinión:
«He hecho vuelos de 9 horas con un bebé en brazos, y también vuelos más cortos con un niño pequeño en mi regazo, que ya podía sentarse solo y no quería que lo sostuviera. ¿Fue incómodo? Sí. Pero ese era exclusivamente mi problema, y mientras mi hijo no cumpliera los 2 años y no estuviera obligada a pagarle un asiento, prefería llevarlo en brazos. ¡Se los juro, no todos los padres somos tan condescendientes!»
Otros coincidieron, destacando que es responsabilidad de los padres garantizar la comodidad de su hijo adquiriendo el asiento correspondiente:
«Está mal por no haber comprado un asiento para su hijo y asumir que otra persona le cedería el suyo, aunque lo pagó. Probablemente esperaba que en el vuelo sobraran asientos para no tener que gastar más, aprovechándose de la regla del regazo», comentó otro usuario.

Otro participante criticó la actuación inicial de la azafata, escribiendo:
«Yo llegaría incluso a presentar una queja ante la aerolínea por el hecho de que uno de sus empleados apoyara a un pasajero que intentaba presionarte.»
Si bien algunos pueden empatizar con el deseo de la madre de garantizar un vuelo más cómodo para ella y su hijo, muchos afirmaron que era su responsabilidad prever eso y comprar los asientos necesarios. Los usuarios insistieron en que la mujer tenía todo el derecho del mundo a ocupar el espacio por el que pagó, y que no debía sentirse culpable por no ceder ante las exigencias ajenas.

En definitiva, los usuarios respaldaron la decisión de la mujer de priorizar su propia comodidad, ya que había previsto la situación y pagado por adelantado el asiento extra. ¿Y tú qué opinas? ¿Crees que la mujer actuó correctamente, o debería haber sido más comprensiva? ¡Comparte tu opinión en los comentarios y deja que otros también se expresen!







