Cuando la película “Terminator 2: El juicio final” se estrenó en 1991, el público de todo el mundo quedó impresionado por la increíble transformación de Sarah Connor.
Una camarera frágil se convirtió en una heroína fuerte y aguerrida, lista para luchar por el futuro de la humanidad. Este papel le dio a Linda Hamilton fama mundial y el estatus de una de las actrices más memorables de su generación.
Pero muchas cosas cambiaron con el paso de los años.
Después de su triunfo en “Terminator 2”, Linda apareció cada vez menos en la gran pantalla. No le interesaba la vida glamorosa de Hollywood.
En los años 90, era una estrella y encantaba al público con su belleza — hoy en día, muchos fans apenas la reconocen.
Ella habló abiertamente sobre sus problemas, especialmente de las enfermedades mentales con las que vivió durante años. Esto afectó su carrera y su vida personal.
Con el tiempo, la apariencia de Linda Hamilton cambió radicalmente. Envejeció, ganó peso y casi desapareció de la escena pública.
Muchos fans se sorprendieron cuando la vieron después de años: la actriz era apenas reconocible. Pero Linda nunca ocultó su edad y considera el envejecimiento como una parte natural de la vida.
En 2019, regresó de manera sorprendente a su papel más famoso en la película “Terminator: Destino oscuro”. Para entonces ya tenía más de 60 años, y su regreso fue un evento especial.
A pesar de la alegría por su regreso, la actriz admitió que se sentía incómoda bajo los focos y que probablemente no estaría mucho más tiempo frente a las cámaras.
Hoy en día, Linda Hamilton vive una vida retirada, lejos de Hollywood. Rara vez da entrevistas, no participa en eventos sociales y disfruta de la calma y la tranquilidad.
