Se suponía que sería el día más especial de la infancia de Teddy, pero para él resultó ser terrible. Para su sexto cumpleaños, sus padres habían planeado llevarlo a Disney World o Lego Land, pero Teddy prefería pasar el día con sus amigos. La madre de Teddy reservó una mesa en Peter Piper’s Pizza dos semanas antes del gran día y entregó 32 invitaciones al profesor de su hijo, pidiéndole que las repartiera a todos los compañeros de clase.

Más de la mitad de los padres confirmaron que llevarían a sus hijos a la celebración. El día del cumpleaños, la madre de Teddy, Sia, preparó bolsas de regalos para los amigos de su hijo y encargó una enorme pizza. Aunque todo estaba listo para ser una fiesta feliz, los invitados nunca llegaron. Tras más de una hora de espera, no apareció nadie. Sia estaba destrozada.

Su corazón se rompió al ver a su hijo enfrentarse a un día tan difícil cuando debería haber sido uno de los más felices. El padre de Teddy comentó al New York Post: «Estaba devastado. Me rompieron el corazón». Para intentar animar a su hijo, los padres lo distrajeron con juegos en la sala de arcade. Sia decidió tomar una foto de Teddy y compartirla en línea para generar conciencia de que algo así no debería pasarle a nadie.

La publicación recibió una avalancha de apoyo. Cientos de personas enviaron mensajes de cumpleaños para Teddy, muchos acompañados de regalos. Para hacer el día más especial, el equipo de los Phoenix Suns y el Phoenix Rising de la MLS invitaron a la familia a sus próximos partidos. De todos los padres que decidieron no llevar a sus hijos a la fiesta, solo uno se disculpó con Sia.
Lo que comenzó como un día triste se convirtió en un recordatorio del poder de la empatía y la solidaridad de una comunidad.







