No hay nada que los padres teman más que perder a uno de sus hijos. Pregúntale a cualquier madre o padre en cualquier parte del mundo y te lo dirán. Lamentablemente, esa es la realidad a la que tuvieron que enfrentarse los padres de Laura Hillier, quien recibió un diagnóstico de leucemia a la edad de 13 años. Cuatro años después, fue declarada curada del cáncer, para luego enterarse de que la enfermedad había regresado de manera cruel. Desafortunadamente, Laura, una estudiante talentosa y popular de la Nelson High School en Ontario, Canadá, falleció el 20 de enero de 2016. Su familia confirmó la noticia a través de una página de Facebook creada para mantener informados a sus amigos y seguidores sobre su lucha. ‘Ella luchó valientemente y todos estarían tan orgullosos de ella. Su serenidad, coraje, fuerza y espíritu puro brillaron hasta el final,’ escribió su familia.

Para honrar a Laura y su coraje inspirador, sus compañeros de clase y profesores hicieron algo realmente especial para su funeral, modificando su ataúd para mostrar cuánto la amaban y la extrañaban. Poco después, las fotos del ataúd de Laura se difundieron por Internet… y es fácil entender por qué atrajeron tanta atención. Fue a finales de enero de 2016 cuando Laura Hillier falleció. A solo 18 años, murió de leucemia mieloide aguda mientras esperaba un trasplante. La adolescente habría dejado este mundo rodeada de sus seres queridos en el hospital.

La lucha de Laura contra el cáncer comenzó cuando tenía 13 años, después de que le diagnosticaron leucemia. Tras cuatro años difíciles en los que se sometió a numerosos tratamientos, fue declarada curada del cáncer. Lamentablemente, su cáncer regresó de manera más agresiva en mayo de 2015. Laura, que asistió a la Nelson High School en Ontario, Canadá, era conocida por su amor por la música y el teatro. Los compañeros de clase de Laura decidieron aplicar el concepto de escribir mensajes en los anuarios escolares a los funerales de Laura. Su deseo era darle una despedida afectuosa que merecía como amiga y estudiante querida. El resultado fue tan hermoso y reconfortante como se podía esperar.

Para honrar a Laura, sus amigos, familia, vecinos, profesores, compañeros de clase y el personal del hospital donde fue tratada escribieron mensajes de amor en su ataúd. Sus mensajes manuscritos y sentimentales cubrían todo su ataúd. Al leer la noticia, la familia de Laura se sintió abrumada por el apoyo. Un mensaje decía: ‘Eras musical. Eras artística. Eras comprensiva. Eras mi mejor amiga.’ Otro decía: ‘Muy valiente y fuerte. Siempre serás un héroe.’ El color morado, el color favorito de Laura, estaba presente en todo el funeral. La iglesia estaba decorada con flores moradas y todos los que asistieron al funeral llevaban algo morado en sus ropas. Aunque es indescriptible que Laura haya sido retirada de este mundo demasiado pronto, es indudablemente reconfortante ver el amor de su comunidad local.